KBRA es un colectivo de artistas que a promueve la reflexión alrededor del papel de la mujer en la sociedad, así como la transformación de los cánones a los que ha estado y está sujeta, tanto de belleza como de comportamiento. Queremos reivindicar el uso de espacios urbanos accesibles como marcos para el desarrollo de obras artísticas con una función transgresora, con una intención comunicativa y un objetivo de cambio a nivel local.
Cabra: f. mamífero rumiante doméstico, como de un metro de altura, con cuernos vueltos hacia atrás, muy ágil para saltar y subir por lugares escarpados.
Para nosotras cabra representa varias cosas. En primer lugar, pensamos que hay que estar como una cabra para sobrevivir en este mundo, y nosotras lo estamos. Y resistimos. Además, la cabra, a pesar de considerarse un animal doméstico, es ancestralmente un animal asociado al demonio, y fue el símbolo con el que se marcaba a las mujeres consideradas brujas, que son, para nosotras, la memoria de la mujer indómita y empoderada que a través de este proyecto queremos reivindicar.
Planta antiguamente utilizada por las mujeres encargadas de la medicina y los cuidados en los pueblos para, entre otros usos, como medicina abortiva para interrumpir embarazos y regular la menstruación y disminuir el deseo masculino, para evitar violaciones. Por el uso de esta planta, a estas mujeres se las acusaba de brujería.
A parte de su relevancia bíblica como portavoz del mal en el paraíso, la serpiente ha estado ligada a la figura de la mujer como personificación del mal, el veneno, la lengua viperina, la manipulación y la tentación.
Por ello, queremos darle la vuelta a este concepto, generando una idea propia y positiva, en la que la serpiente nos permite liberarnos de esa carga, asumir un control sobre lo que pensamos y lo que decimos, transmitiendo un mensaje renovado de la realidad que hemos experimentado y que poco a poco y con esfuerzo, se acerca a lo que queremos para nosotras y para las que vendrán.
La llama es la representación de la lucha, del calor de la sororidad, del recuerdo de las hogueras en las que ardieron nuestras antepasadas por creerse libres. El fuego funde y unifica, su calor repara, calma, alivia. La llama está encendida y mientras una sola chispa consiga mantenerse, la lucha feminista por la igualdad, la reivindicación de las mujeres, pasada y presente por un futuro justo, seguirá sobreviviendo a su extinción. Mantenerla encendida es trabajo de todas y todos. Pasar la palabra, transmitir valores y sueños de un mundo sin barreras por razones de género, de origen, de color, de edad, de creencias...
A través de la convocatoria de las primeras olimpiadas AstSkills, organizadas en Madrid, un grupo de seis mujeres nos reunimos en torno a un proyecto de arte urbano, DEL CUERPO AL MURO.
Durante tres días se generan pensamientos a partir de la reflexión colectiva en torno a un eje central: el cuerpo de la mujer, su transformación, su idealización y todo lo que gira entorno a los cánones establecidos, heredados de tiempos remotos, la simbología ancestral y la relación de la mujer con su entorno.
Si quieres conocer la evolución de este proceso, desliza la página hacia la derecha...
PROCESO DE
TRABAJO
1. Lluvia de ideas: a través de la palabra, conceptos que surgen al pensar en la mujer y por consiguiente en nosotras mismas.
2. Primeros bocetos relacionados con las ideas previas. Se trata de dibujos sin limitaciones, que surgen de lo más profundo de cada una, de aquello que, sin ser del todo conscientes, deseamos expresar.
3. Puesta en común: ideas comunes de manos diversas, puntos de encuentro. Sentimientos que se reconocen. Se escucha una voz, una melodía colectiva.
4. Resumiendo y concretando: de los pensamientos individuales, buscamos lo común y decidimos limitar el trabajo en una serie de propuestas limitadas... o eso creemos.
1- Incluye cualquiera de estos elementos en tus composiciones para así crear una red entre las diferentes propuestas del colectivo.
2- Utiliza esta paleta de colores para aunar todas las propuestas.